Construir un nido

por Ángeles Alemandi

EED fue parte de una cobertura colaborativa. Junto a Canal Abierto, Al Margen y LatFem, narramos el 36° Encuentro Plurinacional de Mujeres y Disidencias. Aunque hacer periodismo en estos tiempos es complejo, experiencias como estas nos re-enamoran de lo que hacemos, nos muestran que el camino es por acá.

Fotos: Pablo Candamil/ Flor Castello/ Inka von Linden

Octubre 2023

Qué difícil hacer lo que nos gusta, hacerlo bien, no traicionarnos, construir un medio de comunicación, sostenerlo en el tiempo. Nuestra revista digital, En Estos Días, cumplió dos años. Veinticuatro meses en los que publicamos más de 250 crónicas que narran el sur de Argentina y de Chile, escritas desde el territorio. Dicho así suena enorme. Lo es. Pero ya saben: es un trabajo de mucha paciencia y obstinación. Un trabajo en el que nosotros creemos a pesar de las malas prácticas, de los titulares sesgados, de las noticias falsas, del clickbait, de que ya no es divertido contar que una es periodista. Un trabajo que viene con otro trabajo porque obliga a encontrar los recursos para que sea posible hacerlo.

Hoy, al menos por un rato, nada de eso importa. Es un buen día: EED está más hermosa que nunca.

Mientras pienso cómo contarles estas pequeñas felicidades que también nos trae dirigir un medio, despego las manos del teclado, la vista de la pantalla, y miro por la ventana. Una paloma anda por el patio de mi casa, en este pueblo de La Pampa. Camina con ese andar desparejo, le brilla el gris de su cabeza, y con el pico levanta ramitas finas del suelo, deja a un lado las que no sirven y cuando escoge alguna, vuela hacia un árbol que no logro ver. Hizo el viaje ocho veces, quizá nueve, al menos desde que comencé a prestarle atención, hasta recién, que se apareció mi perro, el Negro, y ella debe haber entendido esa oscuridad.

Me pregunto si volverá.

Ingreso a www.enestosdias.com.ar. La página está distinta: por primera vez, todas las notas que se van deslizando en el inicio, están enmarcadas en lila y responden a un hashtag: #LosMediosQueSíNosVen. Fue el nombre que le pusimos a la cobertura colaborativa que hicimos del 36° Encuentro Plurinacional de Mujeres y Disidencias que se realizó en Bariloche el 14, 15 y 16 de octubre.


Quién no necesita construir nidos, pienso.

Hace tres meses, desde EED, le escribimos a Florencia Yanniello. Queríamos decidir con tiempo cómo narraríamos la movida. Flor vive en Bariloche, es periodista, doctora en Comunicación, integra Radio Autónoma Piuke y el colectivo de comunicación Tinta Verde y es también una de nuestras cronistas del sur. Como siempre se puede un poco más, Flor también integraba el comité organizador del Encuentro. Cuando aún todo era planificación, ella escribió para EED la crónica La euforia de ser anfitrionas. Habló de lucha y de fiesta, de pancarta y glitter, de emoción.

La paloma volvió. De nuevo levanta ramitas. Sabe elegir.

En Estos Días es un medio autogestivo, integrado por apenas cuatro personas, que trabaja con una red increíble de colaboradores, pero con recursos humanos y económicos limitados. Es también un medio que se sostiene sobre una idea tan chiquita como poderosa: queremos contar la región, en profundidad, con calidad narrativa, y con la potencia que da escribir de los temas con los que convivimos sin caer en estereotipos, en recortes absurdos, en lugares comunes. Por eso, teníamos una responsabilidad enorme por cubrir este Encuentro, donde la cuestión del territorio era clave: Bariloche había sido elegida como sede porque el año pasado cinco mujeres mapuche habían sido encarceladas después del desalojo de la Lof Lafken Winkul Mapu en Villa Mascardi.

En la crónica Flor contó que en 2022 el Encuentro se había fragmentado: en una fecha se hizo el histórico, el Nacional de Mujeres, en otra se impulsó uno Plurinacional que incluía las disidencias. Ahora, en un momento de desgaste, de discursos de odio que se expanden a la velocidad de la luz, arrinconadas en un contexto político que parece amenazar muchos derechos ganados, la necesidad de unidad se volvió imperiosa. Ni Mujeres, ni lesbianas, ni travestis, ni trans, ni bisexuales, ni intersexuales y no Binaries, iban a estar solas.

Vuelvo a distraerme con la paloma. Descubro que si el ladrido del Negro llega, ella sabe que llega mucho antes que su hocico. Entonces, ni bien lo escucha, reacciona.

Inspirados por el movimiento feminista, desde EED entendimos que también debíamos construir de otra manera. Unirnos con otres. Eso hicimos: el mes pasado nos arrimamos a las amigas de Al Margen, a las colegas de LatFem, a las cumpas de Canal Abierto.

Colectivo Al Margen surgió hace casi dos décadas como un proyecto editorial con agenda propia y perspectiva de inclusión social y desde 2020 su formato es digital y pasó a ser una cooperativa de comunicación. LatFem comenzó siendo un blog en 2017 para convertirse luego en un medio de comunicación feminista. Canal Abierto fue creado hace seis años y está construido desde la vivencia de la clase trabajadora y las organizaciones de la clase popular.

Cuatro medios con pequeños equipos, pero con mirada propia, empezamos a reunirnos para pensar cómo sumar esfuerzos y cómo contar eso inmenso que estaba por pasar.

Irene Rassetto, de Al Margen, ya había participado en otras experiencias colaborativas y nos guió en la toma de decisiones. Definimos qué nos interesaba cubrir, armamos nuestra agenda, conectamos cronistas de un medio con fotógrafos o camarógrafos de otro, definimos nombre de la cobertura, modo de publicación, tiempos. Nos entendimos, entendimos todo al revés. Avanzamos, dimos marcha atrás. Cambiamos de planes. Nos organizamos.

Ahora la paloma se lanza desde lo alto del tapial en vuelo rasante.

Desde EED pusimos toda la energía en cumplir lo que habíamos prometido: tres cronistas escribirían notas y sumaríamos registro audiovisual.

El viernes 13 por la mañana Melisa Cabrapan Duarte ya estaba camino a Bariloche. Era un día hermoso, aunque la ruta estaba cargada. Viajaba al Encuentro con Liq, su hija de tres meses. Meli, otra de nuestras cronistas del sur, es antropóloga feminista y atravesó un profundo proceso de resurgencia mapuche, “desde el cual hoy inevitablemente escribe”, dice. Vive en Neuquén e integra el Lof Newen Mapu. En el audio que me envió esa mañana me decía que antes de salir había hecho los últimos ajustes a la nota que estábamos por publicar: Romper el silencio en comunidades mapuche, donde narra un caso de violación y la lucha que allí nace.

Meli aún no sabía que al otro día sería invitada a subir al escenario, en la inauguración del Encuentro, como representante del grupo de Mujeres de la Confederación Mapuche de Neuquén. Para nosotros, que hacemos bandera de la idea de narrar desde adentro, verla a Meli ahí fue confirmar que estamos construyendo, sin dudas, el medio que queremos.

Melisa Cabrapan Duarte. Foto de Pablo Candamil.

El sábado bien temprano Vanina Wiman estaba a orillas del Lago Nahuel Huapi. Vani es del equipo de EED, es la que está detrás de las redes y las comunicaciones institucionales. A veces se pasa horas trabajando en presentaciones o reels bellísimos que quizá no miden lo que las métricas reclaman, que no son tan vistos ni tan compartidos, pero no nos importa, porque sabemos que no estamos detrás de esa corrida de me gustas. Somos conscientes, además, de que nuestra audiencia está recién armándose.

Vani registró lo que permitían filmar de la ceremonia mapuche que de algún modo fue la puerta de entrada hacia el Encuentro. La calidad del trabajo de Vani, que no nos tiene sorprendidos, sí pudieron apreciarla otros y otras, porque esta vez, al publicarse en forma colaborativa, las vistas fueron miles. Y los kultrunes sonaron con más intensidad y aún retumban dentro mío, con esta emoción contenida, que es el lugar desde donde escribo.

Camila Vautier corrió quince cuadras cuando terminó el acto de apertura en el velódromo de Bariloche: quería llegar al hostel para poder redactar su nota y cumplir con los tiempos de entrega, como habíamos acordado. Cami es otra de nuestras cronistas, vive en El Hoyo, también integra la Comisión de Comunicación de Socorristas en Red. Su mirada hizo eje en Sandra Igor, referente en Río Negro de una agrupación mujeres trans adultas mayores. Escribió Una histórica haciendo historia.

Camila Vautier. Foto: Flor Castello.

Y horas después, Cami fue a la marcha contra los travesticidios y transfemicidios. Antes había logrado hablar con Norma, la mamá de Tehuel de la Torre, el joven trans desaparecido en 2021, y ese diálogo breve pero íntimo, esa posibilidad de conocerla, hizo que en las calles, cuando Cami también levantó la voz para decirle basta a los crímenes de odio, un nudo en la garganta le quitó el aire cuando todas, todes, gritaban “¿Dónde está Tehuel?”. De eso también escribió para EED en Tehuel y las mariposas.

Para cerrar nuestra parte, habíamos prometido una última nota de Flor, no un balance, sino un palpitar de la vivencia, con toda su profundidad, su furia, su sensibilidad. El martes le pregunté cómo estaba, sabía lo mucho, muchísimo, que habían trabajado desde la organización. Apenas 60 personas que fueron capaces de recibir a 70 mil. Flor me dijo que aún devolvía bidones de agua y seguía despidiendo a personas que se habían alojado en su casa. Me dijo también que estaba “rota, pero feliz”. Y tenía “la crónica escrita en la cabeza y en el corazón”. Me la envió al día siguiente: Bariloche latió feminismo y territorio. Después de leerla sentí ganas de abrazarla a ella, a su mamá, a todas y todes les que fueron al Encuentro, a quienes agitaron desde lejos, a mis compañeras-hermanas en esta cobertura, por este modo amoroso en que podemos aún tomarnos de la mano en busca de la ridícula idea de habitar un mundo más justo.

Florencia Yanniello. Foto: Inka von Linden

Ahora hay dos palomas levantando ramitas en mi patio. Suspiro. Quiero creer que son para el mismo nido.

Gracias a la cobertura colaborativa #LosMediosQueSíNosVen, realizamos veintiséis publicaciones: reels, carruseles de fotos, textos narrativos. Irene Rassetto de Al Margen me dijo: “fue excelente lo que hicimos, viendo otros medios fuimos la cobertura más completa, por lejos”. Para Elisa Corzo de Canal Abierto fue “desafiante y estresante coordinar distintos modos de llevar adelante la práctica periodística, pero esa diversidad también nos enriqueció”. María Paz Tibiletti, de LatFem, opinó que “en tiempos donde el individualismo y la derecha pretenden arrasar con todo, el feminismo volvió a mostrar que es un movimiento social y político potente, y que no está dispuesto a dejar que se avance en contra de los derechos de nuestro pueblo. Y las periodistas feministas, juntas, volvimos a estar ahí para contarlo y dejar memoria para las que vengan”. Para quienes hacemos En Estos Días no sólo importa lo que hacemos sino cómo lo hacemos, por eso sentimos que está cobertura, con toda su intensidad y complejidad, nos hizo mejores, hace mejor al periodismo.

¿Es que acaso no estamos construyendo un mismo nido, un gran nido donde refugiarnos, cuando buscamos cosas parecidas?

Gracias a nuestra red de cronistas del sur, a quienes nos leen y nos acompañan, a todes les que se copan con nuestras ideas o nos invitan a construir juntes. De a una, por más frágiles que parezcan, seguiremos levantado ramitas del suelo.