El Senador Miguel Pichetto cuestionó planteos de carácter “ambintalista” de su par Magdalena Odarda, y con una polémica declaración cargó contra los “muchos curitas en las iglesias que les ha agarrado la veta ambientalista. Lo que quieren es que siga habiendo pobre, porque ellos van y los bendicen”, disparó.
Pichetto cuestionó la “posición tan cerrada y una mirada casi pastoril de la Argentina” expresada por Odarda, y se quejó de que en el país “no se puede hacer petróleo, no se puede desarrollar Vaca Muerta, no se puede hacer mineria extractiva de oro, no se puede hacer tecnología nuclear en la Argentina”.
Planteó que “en el desierto patagónico no podemos colocar un reactor (nuclear) que había sido firmado por la ex Presidenta”, por Cristina Fernández.
Para Pichetto, “este modelo agrícola, pastorial, ambientalista híper, nos condena a la miseria y al fracaso y a no tener empleo privado”.
La referencia a los “curitas” no pasó inadvertida para el Padre de Viedma Luis García Rodríguez, quien a través de su facebook respondió que “los intereses de los poderosos quedan al descubierto. Hablan de progreso y desarrollo pero lo único que queda para las grandes masas es paro y desolación. Desarrollo es una palabra que no tiene cabida en la vida de todos. Es para los privilegiados”, señaló.
También el Movimiento Antinuclear Rionegrino salió al cruce de las declaraciones de Pichetto. Repudió la intervención del Senador porque “desconoce que en Río Negro no existe la licencia social para llevar adelante modelos extractivistas de los bienes comunes ni para instalar centrales nucleares de potencia en su territorio”.
El Movimiento ratificó el “no, a la instalación de plantas nucleares y exige a los representantes nacionales que respeten la voluntad de su pueblo tal como lo hicieran 45 de los 46 legisladores rionegrinos que meses atrás sancionaron la ley 5227 que prohíbe las centrales nucleares de potencia”.
“El reclamo popular es permanente y rechaza las falaces argumentaciones sobre la generación de empleo que pretenden justificar un modelo colonial de entrega de la soberanía en pleno siglo XXI”, indicó finalmente.